¿Cómo comes? Parte 5
Hoy hablaré sobre la elección del alimento.
Pero antes te relataré una historia. Cierto día una doctora recibió la llamada telefónica de una señora: Su esposo tenía dolor de estómago.- ¿Cree Usted que esto le ocurre por algo que ha comido?- preguntó ella, a lo que la doctora respondió: -Pues dígame que ha comido su marido-. Entonces la señora comenzó a describir el menú: -Pues comió salchichas, salchichón, pastel de carne, melón, ternera con mejillones, trucha con almendras, conejo a la ciruela, quesos, helados, pastel de crema, algunos vinos y café. ¿Usted cree doctora –dijo la señora- que alguna cosa pudo hacerle daño?
Te suena familiar la historia. Es grotesca, pero es real. Las personas no relacionan su estado de salud con lo que comen.
Pero a estas alturas ya sabes que es necesario estar atento a lo que se permite ingresar al organismo. Es importante la alimentación sana ¡claro que sí!, pero es igualmente relevante, e incluso más, tu estado mental y emocional al momento de comer.
Ya te comenté en la primera parte de éste artículo, que llevar una dieta vegetariana cuatro o cinco días a la semana, redundará en buena salud, pero no me cansaré de reiterarte que más importante que lo que comes, es la forma correcta de comer también descrita en la primera parte.
Para finalizar, debes saber que el tema de la nutrición es muy amplio y variado y no se limita solo a comidas y bebidas, nos nutrimos igualmente de sonidos, perfumes y colores. Escucha los sonidos de la naturaleza, el trinar de las aves, el murmullo del viento, buena música. Aspira el olor de las flores y observa con amor los amaneceres y los crepúsculos.
Hoy hablaré sobre la elección del alimento.
Pero antes te relataré una historia. Cierto día una doctora recibió la llamada telefónica de una señora: Su esposo tenía dolor de estómago.- ¿Cree Usted que esto le ocurre por algo que ha comido?- preguntó ella, a lo que la doctora respondió: -Pues dígame que ha comido su marido-. Entonces la señora comenzó a describir el menú: -Pues comió salchichas, salchichón, pastel de carne, melón, ternera con mejillones, trucha con almendras, conejo a la ciruela, quesos, helados, pastel de crema, algunos vinos y café. ¿Usted cree doctora –dijo la señora- que alguna cosa pudo hacerle daño?
Te suena familiar la historia. Es grotesca, pero es real. Las personas no relacionan su estado de salud con lo que comen.
Pero a estas alturas ya sabes que es necesario estar atento a lo que se permite ingresar al organismo. Es importante la alimentación sana ¡claro que sí!, pero es igualmente relevante, e incluso más, tu estado mental y emocional al momento de comer.
Ya te comenté en la primera parte de éste artículo, que llevar una dieta vegetariana cuatro o cinco días a la semana, redundará en buena salud, pero no me cansaré de reiterarte que más importante que lo que comes, es la forma correcta de comer también descrita en la primera parte.
Para finalizar, debes saber que el tema de la nutrición es muy amplio y variado y no se limita solo a comidas y bebidas, nos nutrimos igualmente de sonidos, perfumes y colores. Escucha los sonidos de la naturaleza, el trinar de las aves, el murmullo del viento, buena música. Aspira el olor de las flores y observa con amor los amaneceres y los crepúsculos.
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